El cuadro alemán se impuso por 5 a 4 en los penales, tras igualar a dos tantos en el tiempo reglamentario y el alargue.
El clásico Real Madrid-Barcelona tuvo una mini versión en Praga. José Mourinho y Josep Guardiola se volvían a topar, pero esta vez con otros equipos y con un contexto diferente. Chelsea y Bayern Munich debían definir al Súper campeón de Europa y la expectación estaba centrada en República Checa.
El compromiso arrancó con todo. Los alemanes atacando y los ingleses llevaban peligro a tráves del contragolpe.
La apertura de la cuenta llegó en los ocho minutos. Tremenda jugada de Eden Hazard en la mitad de la cancha, la alargó para Schurrle y el alemán le mandó un centro a Fernando Torres, que definió de primera. Golazo.
Tras el tanto de los blues se vinieron los monarcas de la Champions. Ribery y Müller lo intentaron, pero no pudieron batir al local en República Checa, Petr Cech.
En el complemento los rojos celebraron de inmediato. Ribery (47') puso la paridad con un zapatazo de media distancia. Tras el golazo se fue a abrazar al entrenador español.
Los teutones fueron los dominadores absolutos, tocaban y tocaban la pelota buscando espacios, tal como le gusta a Pep Guardiola. Pero las ocasiones de gol no eran claras en el arco inglés y no pudieron batir a Petr Cech. El tiempo reglamentario terminó igualado a un tanto y todo se definía en el alargue.
Sin embargo, Chelsea no tenía una fácil labor y quedó con diez hombre cuando terminaban los 90 minutos, luego de una dura infracción de Ramires a Gotze que le valió la expulsión. Pero Mourinho no quería perder el duelo con Guardiola y los Blues lograron ponerse en ventaja.
Cuando recién se jugaban tres minutos del alargue, Eden Hazard se dio un paseo por la banda derecha de la defensa del Bayern Munich y sacó un remate que dejó sin opción a Neuer. Tras lograr la ventaja, Chelsea se refugió en su zona e incluso Mourinho sacó a Hazard para dar paso a John Terry.
Bayern Munich buscaba y busca el empate, pero Cech respondía en el arco y la defensa del Chelsea despejaba todos los balones que caían al área. El esfuerzo de los teutones parecía ser en vano y el tiempo se le agotaba al equipo de Guardiola, pero sobre el final vino su primero. En el minuto 121, Javi Martínez tomó un centro en el área chica y batió a Petr Cech, obligando a definir todo en los penales.
Bayern Munich y Chelsea entregaban una clase para patear penales y tras llegar al quinto penal, nadie había fallado su tiro. Hasta que llegó el turno de Romelu Lukaku. El belga tenía la responsabilidad de anotar tras el acierto de Shaqiri en el último tiro de los alemanes, pero pateó muy débil y Neuer atajó.
Guardiola logró ganarle el duelo a Mourinho en la definición a penales y Bayern Munich se repuso de la caída ante Borussia Dortmund en al Supercopa de Alemania, para ahora consagrarse Súper campeón de Europa.